| Descripción |
Vista en perspectiva diagonal de una de las galerías del claustro del monasterio de San Juan de los Reyes de Toledo. Bajo la bóveda de crucería, adosadas a las paredes se suceden una serie de pilastras con esculturas figurativas. Los espacios entre ellas se abren a la izquierda en imponentes arcos decorados con tracerías góticas. Varios grupos de personajes aparecen sentados o de pie conversando en distintos puntos de la galería.
Se trata de un dibujo preparatorio para la obra litográfica "España Artística y Monumental: vistas y descripción de los sitios y monumentos más notables de España" que, con textos de Patricio de la Escosura y bajo el patrocinio del marqués de Remisa, comenzó a editarse en París en 1842 bajo la dirección artística del pintor gallego. El dibujo guarda una gran semejanza con una de las cuarenta y dos vistas monumentales que, realizadas al óleo sobre hojalata entre 1835 y 1839, conforman el díptico de Genaro Pérez Villaamil que conserva el Museo Nacional del Prado, y que también ha sido puesto en relación con esta importante obra litográfica. Aproximadamente desde 1837, muchos de los apuntes y dibujos del natural que realiza Pérez Villaamil en sus viajes por España estaban destinados a servir a los litógrafos que intervendrían en la culminación de esta publicación que se convirtió en su gran proyecto. El interés por lo medieval durante el Romanticismo, y en particular el gusto por el arte gótico, se advierte con solo hojear sus páginas. El artista ferrolano puso especial empeño en representar las arquitecturas con absoluta fidelidad a la realidad y con certero detalle, advirtiéndose en todo caso la influencia que ejercieron sobre él las obras de similar naturaleza realizadas por otros artistas ingleses, muy especialmente David Roberts.
La mayoría de las litografías de la "España Artística y Monumental" reproducen monumentos de Burgos y Toledo. En particular, más de veinte de las ciento cuarenta y cuatro láminas corresponden a monumentos toledanos y, más concretamente, dos de ellas son del convento de San Juan de los Reyes. Una representa el interior de la iglesia y la otra el claustro. Para esta última Pérez Villaamil hizo este dibujo preparatorio a lápiz, tinta y aguada.
Los Reyes Católicos decidieron erigir este monumento para conmemorar la victoria de Toro en 1476. Nos dice Patricio de la Escosura en el texto que acompaña a la estampa para la que sirvió este dibujo, que lo fundaron concretamente en 1477. Con el tiempo, fue cedido a los franciscanos. Se trata sin duda de un símbolo de la arquitectura hispanoflamenca, que aúna el estilo mudéjar y el gótico flamígero. Patricio de la Escosura se refiere a los destrozos que los franceses causaron en el convento y que Pérez Villaamil pudo comprobar personalmente. De los dos claustros hoy se conserva solo el más antiguo, obra de Juan Guas en lo esencial, y ya restaurado. Consta de dos pisos, el superior con arcos mixtilíneos y artesonado mudéjar con decoración geométrica. Sin embargo, el inferior, que es el que se representa en este dibujo, presenta arcos apuntados, con parteluz y bellas tracerías flamígeras sutilmente apuntadas por Pérez Villaamil. Los pilares lucen imágenes de santos talladas en piedra semejantes a las que figuran adosadas al muro, en las que el artista se ha detenido más. En las pilastras, destacan la fina labor de cestería propia de Guas y, sobre todo, los variados motivos florales y zoomorfos que en esta obra se convierten en nerviosos trazos de lápiz. Más explícita resulta la bóveda de crucería,cuyos nervios no se cruzan en las claves, lo que permite la formación de rombos en la parte superior de la plementería, rasgo éste propio del mudejarismo.
Este dibujo, que representa parcial aunque fielmente esta descripción del claustro, permite apreciar y comprender la forma de trabajar del artista gallego, en especial la rapidez con la que ejecuta los trazos a lápiz, que le lleva incluso a realizar algunas rectificaciones. Esto es especialmente visible en las tracerías del primer arco, donde decididos trazos refuerzan el carácter preparatorio de esta obra. A ello contribuye también la figura de pie que dibujó en primer lugar donde aparecen sentados los mendigos, en el ángulo inferior izquierdo. Otro dato interesante es la libertad con la que los litógrafos interpretaban algunas de estas obras preparatorias, puesto que los niños del centro fueron reemplazados en la litografía por un hombre con bastón.
Por otra parte, este dibujo contiene anotaciones del propio artista que no sólo ha numerado los pilares del claustro, sino que indica a los litógrafos el color de las piedras, del enlosado, etc., además de haber inscrito los correspondientes tomo, estampa y cuaderno de la "España Artística y Monumental" ("1r tomo estampa 2da del 6to cuaderno") sobre su propia firma con su conocida rúbrica, y de haber incluido en el margen izquierdo una larga inscripción referente al monumento representado que refuerza el valor documental de este dibujo. Además de su personal estilo, estas anotaciones de su propia mano contribuyen a afianzar la autenticidad de aquél que, en todo caso, ofrece sobradas muestras del buen hacer de Pérez Villaamil: su habitual soltura al dibujar a tinta y aguada las figurillas que aportan la nota costumbrista, y sobre todo el protagonismo concedido al monumento.
Una de las cuarenta y dos vistas monumentales del díptico de Genaro Pérez Villaamil que conserva el Museo nacional del Prado reproduce la misma vista del claustro de San Juan de los Reyes, con muy pocas diferencias compositivas. No en vano esta obra también ha sido puesta en relación con la "España Artística y Monumental".
El Museo del Romanticismo conserva otros tres dibujos preparatorios para la "España Artística y Monumental" (inv. CE8491, CE8493, CE8494 y CE10293).
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